CIRUGIA GENERAL

La Pared Abdominal (PA) es una estructura compleja que contiene múltiples estructuras, siendo las más importantes desde el punto de vista quirúrgico los músculos con sus aponeurosis y fascias, y los diferentes trayectos virtuales que existen desde el interior de la cavidad abdominal hacia el tejido subcutáneo.
La PA debe de ser atravesada en mayor o menor grado para poder realizar una cirugía abdominal. Estas incisiones ya sean mediante cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia) o cirugía clásica (laparotomía), pueden acabar desarrollando las denominadas hernias de laparotomía, o en caso de producirse una apertura de las mismas durante el periodo postoperatorio inmediato, con salida de contenido abdominal las denominadas evisceraciones.
Por otro lado, la externalización de contenido a través de espacios virtuales como trayecto inguinal o umbilical, dan como resultado hernias (inguinal y umbilical). Existen otro tipos de hernia menos frecuente que se producen por fallos en coalescencias de aponeurosis o entre las mismas.
La Cirugía de la PA resuelve todos estos problemas, siendo una cirugía muy común y que en general la mayoría de los cirujanos pueden realizar. Sin embargo, la técnica quirúrgica requiere una maestría a la hora de realizar técnicas mínimamente invasivas y cirugía de recidivas de hernia y eventración (reaparición tras una primera cirugía). En estos casos es preciso contar con cirujanos expertos en ese tipo de cirugía de las recidivas
Actualmente la cirugía de las hernias y eventraciones se apoya de manera fundamental en las mallas sintéticas y biológicas que sirven como tejido de sostén y resistencia tras la reparación herniaria.
Nuestra Unidad es referencia en cuanto a tratamiento primario y de recidivas de hernias y eventraciones, disponiendo a nuestro alcance toda la gama de mallas que aparecen en el mercado.
Las mallas que existen actualmente en el mercado son innumerables, estando la mayoría compuesta por materiales sintéticos no reabsorbibles, pero que son integrados como un tejido corporal muy resistente. Existen otras mallas reabsorbibles para determinadas indicaciones.
CIRUGÍA DE LA VESÍCULA BILIAR
La vesícula biliar es el órgano responsable de almacenar la bilis y liberarla al intestino en condiciones normales, al ingerir dietas ricas en grasas. Es muy frecuente la patología benigna de la vesícula, relacionada a la presencia de litiasis (piedras), cuadro clínico que cuando se presenta puede causar inflamación de la vesícula u obstrucción del conducto que conecta la vesícula con el tracto digestivo (colédoco). La cirugía está indicada cuando el paciente presenta episodios repetidos de dolor abdominal relacionado a la presencia de litiasis (colelitiasis sintomática), o en el escenario del dolor agudo secundario a inflamación de la vesícula con repercusión sistémica (colecistitis aguda).
Actualmente está más que demostrado el beneficio que aporta la laparoscopia a la cirugía de la vesícula biliar: menor dolor postoperatorio, menor tiempo de recuperación y rápida reincorporación a las actividades habituales del paciente, mejor resultado estético al evitarse la cirugía con corte debajo de la costilla. En manos expertas la cirugía laparoscópica de la vesícula biliar tiene una baja tasa de complicaciones graves. En nuestro centro contamos con cirujanos muy habituados a la técnica laparoscópica y con miles de casos de colelitiasis y colecistitis tratados con éxito y rápida recuperación.

HERNIA INGUINAL
La hernia inguinal se define como la salida o protrusión patológica de contenido intraabdominal a través del canal inguinal. Los síntomas relacionados incluyen sensación de bulto en la ingle, que se hace presente al estar de pie o al toser, dolor en la ingle o irradiado a la región genital o sensación de peso. Cuando el bulto es irreductible podemos estar ante una complicación frecuente: incarceración.
La cirugía de la hernia inguinal consiste en identificar el tipo de defecto anatómico del canal inguinal y su reparación mediante la utlización de material protésico (mallas) para evitar la recidiva posterior.
CIRUGÍA PROCTOLÓGICA

La patología anal y perianal es muy frecuente en nuestro medio.
Realizamos el estudio y tratamiento indicado en casos de:
1. Hemorroides: Se denomina hemorroide a la inflamación aguda de los conjinetes vasculares anales que en condiciones normales forman parte de las estructuras responsables de mantener la continencia a las heces. Cuando dichos cojinetes se inflaman estamos ante un caso de hemorroides. El paciente afecto de hemorroides habitualmente presenta sangrado con las heces, dolor y molestias locales como picor/prurito. Otras complicaciones más severas conllevan la presencia de trombosis hemorroidal aguda asociada o no a prolapso irreductible. La cirugía de las hemorroides se indica cuando el paciente presenta hemorroides clínicamente significativas (grado III o IV) o cuando presenta una complicación aguda. La cirugía consiste en resecar la hemorroide y su pedículo vascular, para lo cual disponemos del material quirúrgico de última generación (Electrobisturí con corte y sellado vascular al mismo tiempo), haciendo la recuperación más rápida y la incidencia de complicaciones postoperatorias, como la hemorragia, muy poco frecuente.
2. Fisura anal: La fisura anal es un cuadro clínico caracterizado por la presencia de un pequeño desgarro en la mucosa que recubre la parte terminal del canal anal. Característicamente dicho desgarro se produce en la cara posterior del canal anal. La fisura anal se ha asociado al estreñimiento, aunque hoy sabemos que no todos los casos de fisura anal se dan en pacientes estreñidos. Asimismo, se ha asociado a la contracción anormal del esfínter anal interno. Clínicamente se caracteriza por la presencia de dolor anal intenso y hemorragia que se asocia a las heces. Según el tiempo de evolución puede tratarse de una fisura aguda (< de seis semanas) o crónica (más de 6 semanas de evolución). El tratamiento de la fisura anal aguda conlleva el uso de analgésicos orales, fibra en la dieta y medidas locales (baños de asiento). Cuando la fisura es crónica se puede tratar con medicación específica para relajar el esfínter anal interno o en algunos casos se llega al tratamiento quirúrgico (Esfinterotomía). Cada caso se debe evaluar de forma individualizada y aplicar el tratamiento indicado para cada uno.

